Clavecín Neupert Blanchet

Clavecín Neupert Blanchet ya disponible para alquiler

Clavecín Neupert Blanchet ya disponible para alquiler (Único en Andalucía)

Estamos de enhorabuena, queremos anunciar que Royal Pianos ha adquirido el Clavecin Neupert Blanchet (Harpsichord) considerado posiblemente como el mejor Clavecín del momento y que desde este momento ya se encuentra disponible para poder ser alquilado.

Modelo y Características:

NEUPERT – harpsichord “Blanchet” double manual
case outside black, inside bright red with gold coloured banding
stand style after Louis XIV
keyboard compass 5 octaves (F1 – f3)
transposing device (a1 = 440/415 Hz)
lower manual: 81′, 4′
upper manual: 82′, lute to 82′
shiffting coupler
wooden jacks, Delrin quills
accessories (T-shape tuning hammer, regulation screwdriver, user manual)

¿Que es un Clavecín (Harpsichord)?

El clavecín (también llamado clave, clavicímbalo, clavicémbalo, gravicémbalo, clavicordio o cémbalo) es un instrumento musical con teclado y cuerdas pulsadas, como el arpa y la guitarra.

El clavecín, muy conocido y utilizado durante el Barroco, fue cayendo en el olvido, y la mayoría de las piezas escritas para él empezaron a ser interpretadas en el nuevo fortepiano, antepasado de nuestro piano moderno. Como su nombre indica, éste permite cambios de volumen con sólo variar la intensidad de pulsación de las teclas, mientras que el clavecín no: su intensidad de sonido es uniforme, sin contrastes.

 

Historia

Se cree que derivó del salterio griego (psalterion), aunque su invención se da durante el Renacimiento, a mediados del siglo XV y XVI.

Su estructura básica es uno o dos teclados o manuales, los cuales, al presionar cada tecla, una púa de pluma de ganso, de cuervo o cóndor (llamada plectro), que se encuentra en una pequeña estructura de madera llamada martinete o saltador, eleva la cuerda correspondiente, pulsándola.

Esto produce un sonido determinado (nota). El volumen del instrumento no varía, al menos perceptiblemente, aunque sus teclas se opriman suave o fuertemente, sólo se consigue un cambio de volumen agregando registros o acoplándolos. El arte de ornamentar una línea melódica permite también sugerir efectos dinámicos.

A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, el instrumento fue revivido, en parte, gracias a la pianista Wanda Landowska, quien fue la primera profesora interesada en el clavecín en tiempos modernos (en la ciudad de Berlín), y no sólo interpretó antiguas obras escritas para el instrumento, sino que también encargó obras nuevas a diferentes autores, entre ellos el compositor español Manuel de Falla, como el Concierto para clave.

Landowska no se interesó en el sonido de los claves antiguos sino que propició la construcción de claves modernos, con estructuras derivadas de la construcción del piano (como los clavecines Pleyel).

Con los excelentes progresos de restauración y fabricación de copias de los instrumentos antiguos, desde hace más de cuarenta años ha resurgido el interés por el clavecín histórico. La claridad de su timbre y exquisita riqueza en armónicos lo hacen irremplazable para la ejecución de música polifónica.

El clavecín tiene variantes más pequeñas y económicas, como la espineta y el virginal, que no deben confundirse con el clavicordio (en inglés clavichord).

Si quieres saber mas en profundidad acerca de este increíble instrumento puedes visitar este articulo en Wikipedia

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